Guía Completa para la Gestión de Proyectos [2024]
Una buena gestión de proyectos, o project management, es imprescindible para que las empresas cumplan sus objetivos estratégicos a tiempo y sin exceder el presupuesto.
A pesar de ello, en la actualidad más de la mitad de las empresas subestiman la gestión de proyectos, lo que se traduce en una tasa de fracaso de los mismos del 50% y puede dar lugar a la pérdida de oportunidades y recursos y al descontento de los clientes.
Por otro lado, esto significa un enorme potencial sin explotar para tu empresa.
Aplicarla es como una moneda de oro que puede ayudarte a aumentar la productividad de tu empresa y acelerar la obtención de valor. Sólo tienes que extender la mano y cogerla.
En esta guía, te explicaremos todo lo que debes saber sobre la gestión de proyectos para implementarla con éxito en tu empresa.
¿Estás listo? Vamos a ello.
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¿Qué es la gestión de proyectos?
Definición de gestión de proyectos
La gestión de proyectos, o project management, es el proceso estratégico de planificación y seguimiento de equipos, técnicas y recursos para alcanzar objetivos específicos dentro de un ámbito definido.
¿Alguna vez has planeado un viaje con amigos o familiares?
Tal vez hayas organizado el itinerario, hecho las reservas y mantenido a todo el mundo al corriente de los detalles.
Si la respuesta es sí, ya te has metido de lleno en el project management.
Al igual que planificar un viaje, la gestión de proyectos implica organizar recursos, fijar plazos y mantener a todo el mundo en la misma sintonía para alcanzar un objetivo.
Mientras que planificar unas vacaciones puede ser divertido, gestionar un proyecto para tu empresa requiere más estructura y estrategia para garantizar resultados favorables.
Aquí es donde entra en juego un buen gerente de proyectos.
¿Qué es un gerente de proyectos?
Un gerente de proyecto o project manager (PM) es un experto que se encarga de la planificación, ejecución y control de un proyecto de principio a fin.
Las responsabilidades de un PM son amplias, cambian constantemente y requieren una serie de habilidades y formaciones para poder sobresalir.
¿Cómo debe ser un buen Project Manager?
Cualquiera que gestione un proyecto puede asumir el papel de Project Manager, pero ¿es capaz crear realmente un impacto y fomentar el éxito? Para ello hay que desarrollar el conjunto de aptitudes adecuado.
Exploremos algunas de las aptitudes clave de un buen Project Manager:
Comunicación
La comunicación eficaz es la piedra angular de una buena gestión de proyectos.
Los Project Managers deben destacar tanto en la comunicación verbal como en la escrita para transmitir ideas, expectativas y actualizaciones con claridad a todos los implicados.
Desde la organización de reuniones periódicas con los colaboradores hasta el contacto con las partes interesadas, deben ser capaces de encontrar un equilibrio entre múltiples estilos de comunicación.
Por así decirlo, deben actuar como traductores, capaces de hablar y comunicar la terminología de los distintos departamentos para garantizar que todo el mundo se mantiene alineado y trabaja de forma productiva hacia un objetivo común.
Liderazgo colaborativo
En un entorno en el que hay que interactuar con personas de múltiples niveles, un gerente de proyecto tendrá que cultivar cualidades de liderazgo para promover el trabajo en equipo y guiar el éxito del proyecto.
Los PM, al ser diplomáticos, empáticos y decisivos, pueden coordinar las diversas funciones -tanto dentro de su equipo como fuera de él- que desempeñan personas con opiniones, aptitudes y personalidades distintas.
El gerente de proyecto debe tener una visión panorámica de la situación, mientras que cada uno de los demás participantes aporta una pieza única del rompecabezas en función de su experiencia.
Al final, un gran Project Manager puede mantener a todos motivados y resolver con facilidad las disputas que puedan surgir.
Organización
Cualquier proyecto tiene muchas partes móviles. Desde la planificación de tareas a la de recursos, pasando por los plazos, la gestión de documentos, etc., un gerente de proyecto debe ser capaz de mantenerse organizado para poder gestionarlas con eficacia.
Un PM bien organizado sentará las bases del éxito al mantener un enfoque sistemático de cada aspecto del proyecto.
Resolución de problemas
Para que los gestores de proyectos puedan superar sin problemas los diversos retos que se plantean a lo largo del ciclo de vida del proyecto, es fundamental que tengan habilidad para resolver problemas.
La resolución eficaz de problemas permite a los PM identificar y abordar los problemas con rapidez, adaptar los planes cuando sea necesario y mantener los proyectos en marcha.
Esto garantiza una asignación eficiente de los recursos, la reducción de riesgos y unos mejores resultados de los proyectos, mejorando en última instancia la satisfacción del cliente.
Adaptabilidad
En algún momento, es inevitable que los aspectos del proyecto cambien. Es importante que los gerentes de proyectos se mantengan flexibles ante la evolución de las circunstancias.
Un buen PM debe ser capaz de aceptar el cambio y ajustar proactivamente los planes del proyecto cuando sea necesario.
¿Por qué es importante la gestión de proyectos para las empresas?
Todas las empresas tienen que convertir sus objetivos en pasos o proyectos viables. Y para alcanzar tus objetivos con éxito, esos proyectos deben estar bien planificados y ejecutados. Ahí es donde entra en juego el Project Management.
Con unas prácticas sólidas de gestión de proyectos a tu lado, tu empresa podrá abordar objetivos complejos con claridad y estructura, garantizando un uso eficaz del tiempo, el presupuesto y la mano de obra.
De hecho, se ha demostrado que las empresas que invierten en prácticas de project management eficaces malgastan 28 veces menos dinero.
Los aspectos positivos tan solo empiezan aquí; echemos un vistazo más de cerca a algunas de las formas en que la gestión de proyectos es importante para las empresas.
Conseguir apoyo
Cuando una empresa decide emprender un nuevo proyecto, necesita el apoyo de las partes interesadas para conseguir los recursos y la financiación necesarios.
Sin embargo, las partes interesadas pueden mostrarse renuentes a invertir en un proyecto si no entienden claramente cómo beneficiará a la empresa en su conjunto.
Aquí es donde el propietario del proyecto creará un plan y un calendario detallados para el mismo, los gerentes de proyecto podrán ofrecer a los ejecutivos una imagen clara de los objetivos, riesgos y posibles recompensas del proyecto.
Con esta información, es más probable que los ejecutivos y colaboradores vean el valor del proyecto y se sumen a él con todo su apoyo.
Aumentar la eficiencia
Practicar la gestión de proyectos y contar con un PM altamente cualificado puede ayudar a las empresas a dividir proyectos grandes y complicados en tareas más pequeñas y fáciles de hacer.
Cuando todo el mundo sabe quién hace qué y los miembros adecuados del equipo trabajan en las tareas correctas en el momento preciso, aumenta la eficacia y la capacidad de entrega.
Mejorar asignación de recursos
Según el informe 2023 del Project Management Institute (PMI), casi el 8,8% de los recursos de los proyectos se desperdician cuando no se siguen estos principios, lo que convierte la asignación eficaz de recursos en una necesidad.
Los buenos gerentes de proyectos son profesionales en la aplicación de directrices que ayuden a su empresa a definir y distribuir mejor los recursos para evitar el despilfarro y maximizar la productividad.
Para facilitar esta tarea, los PM pueden utilizar herramientas de project management específicas, como un software CRM, para visualizar, seguir y optimizar mejor la asignación de recursos de un proyecto.
Fomentar colaboración
La colaboración es uno de los ingredientes clave del éxito de un proyecto, pero puede ser difícil de conseguir cuando los miembros del equipo trabajan en tareas separadas, en diferentes puestos y departamentos (¡e incluso lugares!).
La gestión de proyectos ayuda a facilitar la colaboración creando un sistema centralizado de comunicación y gestión de tareas.
Mediante el uso de una sólida herramienta de gestión de proyectos CRM, los miembros del equipo podrán comunicarse de forma más eficaz, compartir documentos, realizar un seguimiento del progreso y recibir comentarios, todo ello en tiempo real.
Perfeccionar los procesos sobre la marcha
El project management suele ser un proceso continuo que implica probar algo nuevo o mejorar los procesos existentes.
Mediante el uso de estas prácticas, las empresas pueden recopilar datos y comentarios durante cada fase del proyecto y utilizar esta información para realizar mejoras continuas en sus operaciones.
Un sistema de project management como el de efficy facilitará todo tu proceso de gestión de proyectos, ayudándote a tomar decisiones más seguras y a optimizar tu rendimiento. Estamos aquí para ti: descubre cómo podemos ayudarte con una breve charla con nuestros expertos. Reserva tu demo aquí.
Así que, ahora que hemos cubierto por qué es tan importante, vamos a ayudarte a empezar en este viaje explicándote las fases del ciclo de vida del project management.
El ciclo de vida de la gestión de proyectos
El ciclo tradicional del project management consta de cinco fases: inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control del proyecto, y cierre.
Si bien cada vez más empresas están evolucionando sus enfoques para ser menos rígidos con el auge de Agile (hablaremos más sobre ello más adelante), comprender el ciclo de vida de un proyecto es importante independientemente de la metodología que utilices.
Dicho esto, vamos a recorrer juntos el ciclo de vida:
Las 5 fases del ciclo de vida de la gestión de proyectos
Fase 1. Inicio del proyecto
Esta es la fase inicial del proyecto, en la que el propietario hará una descripción general detallada para planificar el alcance, el objetivo y el presupuesto del proyecto y conseguir que todo el mundo esté de acuerdo.
El propietario del proyecto suele empezar realizando algunos análisis habituales (o delegándolos). Entre ellos se encuentra un estudio de viabilidad empresarial, es decir, una investigación para determinar si un proyecto debe emprenderse o no.
En este punto, todo el mundo debe comprender qué resultados deben producirse para que haya éxito y el director de proyecto debe proponer soluciones para alcanzar los objetivos del mismo.
Aquí se suele ver en acción el modelo S.M.A.R.T. Cada objetivo global se desglosa en una tarea específica, medible, alcanzable, realista y con tiempo limitado (S.M.A.R.T. por sus siglas en inglés).
Deberás asegurarte de que tienes todo lo necesario no sólo para empezar, sino para llegar a la meta.
Fase 2. Planificación del proyecto
En esta fase, la visión empieza realmente a tomar forma: se afina más el alcance y se fijan hitos para el proyecto que incluyen planes de reducción de riesgos y de comunicación.
El PM tiene que determinar los qués, los cómos y los cuándos de su proyecto, estableciendo exactamente cómo alcanzar los objetivos de éste.
En la fase de planificación también se define el tipo de metodología de project management que se desea seguir.
Cada metodología tiene sus atributos únicos, así que asegúrate de investigar para decidir cuál es la óptima para el flujo de trabajo de tu proyecto.
Fase 3. Ejecución del proyecto
A partir de este momento, las cosas empezarán a cristalizar. Esta fase implica la creación de un equipo cualificado, la asignación de tareas con indicadores clave de rendimiento (KPI), la ejecución del plan del proyecto y el seguimiento de los avances.
Esta es la fase en la que los entregables y los hitos se ejecutan realmente según lo previsto en la fase anterior.
Fase 4. Seguimiento y control del proyecto
La cuarta fase consiste en garantizar que el proyecto siga su curso.
A medida que se desarrolla el proyecto, los Project Managers deben medir continuamente varios indicadores clave de rendimiento (KPI) e informar sobre el rendimiento para evaluar si todo va según lo previsto.
Por supuesto, sabemos que siempre pueden surgir "novedades" una vez que las cosas se ponen en marcha, razón por la cual los buenos PM hacen un seguimiento, controlan y se adaptan.
Si algo se desvía, el gerente de proyecto celebrará reuniones con los colaboradores y las partes interesadas para crear una nueva línea de actuación o ajustar la existente.
Se trata de una fase importante del ciclo de vida de cualquier proyecto, que garantiza que el proyecto se mantenga dentro del alcance, los objetivos y los plazos definidos.
Fase 5. Cierre del proyecto
Esta fase cierra el ciclo; implica la finalización de todas las tareas y entregables satisfactoriamente para los interesados.
Una vez concluido el cierre, es hora de hacer una revisión post-proyecto para analizar el rendimiento y debatir cómo mejorar en el futuro.
Aquí es importante celebrar los éxitos. Un PM debe reconocer las victorias del equipo, grandes o pequeñas, y reconocer el duro trabajo de sus jugadores más valiosos.
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Tipos de gestión de proyectos
Existen varios tipos de metodologías -incluso híbridas- que puedes utilizar para gestionar tus proyectos.
Pero, ¿qué es exactamente una metodología de project management? Básicamente, cada metodología representa una forma distinta de enfocar el proyecto.
La metodología que elijas dictará cómo planificarás y ejecutarás el proyecto y cómo supervisarás los resultados.
Conviene elegir con cuidado: una metodología bien adaptada optimizará la productividad del proyecto y aumentará tus índices de éxito.
La elección correcta para tu empresa será la que mejor se adapte a tus objetivos, sector, dinámica de equipo y complejidad del proyecto.
Ahora repasemos algunos de los tipos más populares de gestión de proyectos que deberías conocer; los agruparemos por tradicionales y Agile para facilitar las cosas:
Metodologías tradicionales
La gestión de proyectos tradicional se refiere a un enfoque lineal y paso a paso para gestionar proyectos que define y planifica completamente desde el principio.
Normalmente, las metodologías tradicionales siguen las cinco fases del ciclo de vida del project management y se basan en un control minucioso para respetar el alcance, el calendario y el presupuesto.
Este tipo de métodos suele utilizarse en sectores en los que los requerimientos son estables y se desea un alto nivel de predictibilidad.
Ventajas de la gestión de proyectos tradicional
- Estructura definida con distintas fases
- Previene la variación del alcance y los costes
- Predicción de necesidades fijas
- Documentación detallada durante todo el proyecto
Desafíos de la gestión tradicional de proyectos
- Falta de adaptabilidad ante imprevistos
Gestión de proyectos en cascada (Waterfall)
La gestión de proyectos en cascada es el método tradicional más popular, y uno de los más utilizados en general debido a su enfoque directo.
La metodología en cascada implica una planificación impecable: desde el comienzo, se traza cada paso del proyecto de principio a fin.
Esto significa dividir un proyecto en fases distintas y secuenciales, en las que cada nueva fase comienza una vez completada la anterior.
Esta metodología suele visualizarse a través de un diagrama de Gantt, que muestra claramente cada fase en cascada hacia la siguiente.
¿Cuándo utilizarla?
El método de gestión de proyectos en cascada es el más adecuado para proyectos que abarcan un plazo largo y único, con requisitos bien definidos, un alcance estable y pocos cambios previstos.
Los cambios en esta metodología son poco recomendables, ya que pueden resultar costosos.
Por ejemplo, la construcción suele emplear un enfoque en cascada. Primero se crean los planos arquitectónicos, luego la construcción y, por último, las inspecciones finales (en pocas palabras): todo el proceso debe ser lineal y estar definido con precisión desde el principio.
Método del camino crítico (CPM)
Similar al método Waterfall, el método del camino crítico es otro enfoque tradicional que se ejecuta secuencialmente: hacer la tarea A, luego la tarea B.
CPM se utiliza para identificar y programar la secuencia más larga de actividades dependientes, determinando la duración total del proyecto.
Con este método, se crea una representación visual de las tareas e interdependencias del proyecto, destacando la ruta crítica.
A diferencia del método en cascada, el CPM permite flexibilidad en la planificación de las tareas, teniendo en cuenta la necesidad de ajustes.
¿Cuándo utilizarlo?
El CPM es un buen método para proyectos grandes y complejos con numerosas actividades interrelacionadas y plazos estrictos.
Algunas de las ventajas de este método son la reducción de los cuellos de botella gracias a las dependencias definidas y la mejora de la priorización de recursos al comprender las tareas más críticas y cómo se relacionarán.
Por otro lado, CPM puede resultar complicado para proyectos en los que la ruta crítica y las fechas de finalización de las tareas no están claras.
Metodologías Agile
Como su nombre indica, Agile es un enfoque ágil e iterativo, capaz de incorporar cambios sin interrupciones.
Gracias a su flexibilidad, esta metodología se ha hecho cada vez más popular, y hasta el 71% de las empresas la siguen en la actualidad.
El enfoque Agile de project management empieza en una dirección amplia, definiendo la visión del proyecto en función de lo que se sabe o está disponible en ese momento, y luego se va adaptando con el tiempo a medida que se aprende más.
Esta metodología implica dividir los proyectos en tareas más pequeñas y manejables llamadas sprints, con revisiones y adaptaciones frecuentes.
Ventajas de la gestión Agile de proyectos
- Flexibilidad para adaptarse a cambios
- Mayor colaboración y comunicación entre equipos
- Aumento de la satisfacción del cliente gracias a la frecuente retroalimentación
Desafíos de la gestión de proyectos Agile
- Puede resultar difícil calcular y predecir con exactitud los plazos y costes del proyecto debido a su naturaleza iterativa y evolutiva.
Gestión de proyectos Scrum
La metodología Scrum también sigue los principios de Agile; es un método que hace hincapié en la colaboración y el progreso continuo.
En Scrum, los proyectos se dividen en sprints cortos, que suelen durar entre 1 y 4 semanas, con objetivos y entregables definidos.
Muchos equipos Scrum celebran reuniones diarias para sincronizar sus enfoques y hacer frente a cualquier bloqueo sobre la marcha.
¿Cuándo utilizar Scrum?
Scrum es ideal para proyectos complejos con muchas incógnitas y requisitos cambiantes.
Un equipo de marketing podría utilizar Scrum para obtener resultados incrementales dividiendo sus campañas en sprints, centrándose en objetivos específicos y adaptando periódicamente las estrategias en función de la dinámica del mercado.
Gestión de proyectos Kanban
Como miembro de la familia Agile, el principal objetivo de la gestión de proyectos Kanban es la mejora continua.
Kanban es una palabra japonesa que significa panel o tablón de anuncios y, tal y como su significado indica, la metodología Kanban muestra toda la información necesaria sobre un proyecto en tableros.
Los tableros se dividen en columnas que representan diferentes etapas, y las tareas se representan como tarjetas que se mueven por el tablero, indicando su progreso.
Este método ayuda a los equipos a procesar múltiples tareas de forma rápida y eficaz, ayudándoles a visualizar su trabajo, a comprender lo que está en curso y a mantenerse alineados cuando las tareas se marcan como realizadas.
¿Cuándo utilizar Kanban?
La metodología Kanban es ideal para los proyectos que requieren de una mejora continua. Por ejemplo, los equipos de atención al cliente suelen utilizar este método porque permite hacer un seguimiento visual de las consultas de los clientes y priorizar mejor las tareas.
De este modo, pueden garantizar respuestas puntuales y mantener contentos a los clientes.
Mejores prácticas para la gestión de proyectos
Por supuesto, gestionar un proyecto no es tarea sencilla. Para dominar el project management, es necesario contar con una base sólida de buenas prácticas.
Aquí tienes los 6 mejores consejos de nuestra Project Manager, que puedes poner en práctica para garantizar el éxito de tus proyectos en todo momento e impulsar tu negocio:
1.Define claramente los objetivos del proyecto
En cualquier actividad empresarial, es importante ir más allá del qué y definir claramente el por qué.
Todo debería empezar aquí: tener un propósito claramente definido guiará todo tu proyecto, asegurando que todo el mundo esté en la misma página y motivando la colaboración hacia el objetivo común.
Contar con un objetivo claro y medible te ayudará a que cada proyecto siga avanzando, a resolver los problemas que vayan surgiendo y a hacer un seguimiento de tu éxito.
De este modo, podrás ajustar continuamente tu rendimiento y dar los pasos adecuados hacia un crecimiento significativo.
2. Elabora un plan detallado
Muchos proyectos acaban en fracaso por falta de una planificación adecuada y una investigación detallada, pero no tiene por qué ser así.
Con un plan detallado que incluya tareas, entregables y plazos, el gerente de proyecto puede hacer que todos cumplan cada uno de los hitos y se fomente el progreso continuo.
Esta es también una forma clave de evitar la desviación del alcance, que afecta hasta al 52% de los proyectos y puede causar bloqueos, retrasos y salirse del presupuesto.
Es buena idea consultar datos de proyectos anteriores y recabar información para hacer previsiones realistas sobre el proyecto en la fase de planificación.
Aunque el desvío del alcance no siempre puede evitarse por completo, contar con un plan sólido contribuirá sin duda a minimizarlo.
3. Crea un equipo de gestión de riesgos
Todos los proyectos se enfrentan a un cierto grado de riesgo, por lo que es buena idea contar con un equipo que pueda hacer frente a cualquier problema que pueda surgir.
Al reunir un equipo especializado -equipado con los conocimientos adecuados-, los proyectos pueden responder eficazmente a retos imprevistos, minimizar su impacto y aumentar las posibilidades de éxito.
4. Fomenta la transparencia y colaboración
A lo largo del proceso, es importante que los involucrados mantengan una comunicación clara para mantener a todos motivados y evitar cualquier obstáculo.
Inicia cada proyecto con una reunión inicial para establecer el tono adecuado, mantén reuniones periódicas para compartir actualizaciones y preocupaciones, y al final haz una recapitulación para reflexionar sobre el éxito.
Promover la transparencia en todo el proceso puede reforzar la colaboración y la responsabilidad, ya que los miembros del equipo son más propensos a plantear sus dudas o a responsabilizarse de los errores que puedan surgir.
6. Supervisa continuamente el desempeño
Como dice el dicho: lo que no se mide, no se puede mejorar.
Si supervisas periódicamente los avances con respecto a los objetivos establecidos, estarás en el buen camino para alcanzar y conquistar tus propias cifras.
Además, si sigues de cerca los indicadores clave de rendimiento, los entregables, los gastos, los riesgos, etc., podrás resolver rápidamente cualquier problema, promover la toma de decisiones proactiva y, por supuesto, asegurarte de que tu proyecto va por buen camino.
7. Elige las herramientas de gestión de proyectos adecuadas
Si quieres avanzar más rápido y mantener a todo el mundo alineado con plena visibilidad de sus tareas y progresos, es fundamental contar con un sistema central de gestión de proyectos.
Un buen sistema de project management permite pasar de una acción a otra con unos pocos clics de ratón, al tiempo que proporciona a todo el equipo la organización y estructura necesarias para abordar un proyecto con eficacia.
Pero no te quedes con nuestras palabras: el 77% de los proyectos de alto rendimiento utilizan software de gestión de proyectos.
La solución de project management de efficy se integra a la perfección con las funcionalidades de CRM y herramientas de terceros, como Google Workspace y Microsoft 365, para agilizar todas tus operaciones diarias y simplificar tu camino hacia un crecimiento sostenible.
Potencia tu gestión de proyectos con un CRM
El panorama digital está repleto de herramientas para mantenerse organizado, pero tener un software o herramienta independiente para cada necesidad puede generar costes acumulados, desorganización y silos entre los equipos.
El hecho es que los datos y procesos desconectados perjudican la colaboración, y una colaboración deficiente perjudica la productividad.
Con un sistema CRM consolidado, proporcionarás a tus equipos todo lo que necesitan para llevar a cabo sus tareas desde una única ubicación, de modo que puedan avanzar mucho más rápido, manteniéndose en la misma página y en la cima del juego.
A continuación, te mostramos algunas de las principales formas en las que un CRM con gestión de proyectos puede ayudar a tu empresa a impulsar el éxito de los proyectos:
Fomentar colaboración
Un buen sistema CRM fomentará la colaboración entre departamentos, eliminando los silos innecesarios que impiden el progreso.
A través de herramientas de comunicación integradas como el correo electrónico, el chat y las notificaciones, los miembros del equipo podrán permanecer conectados, compartir actualizaciones y colaborar en tiempo real.
La posibilidad de debatir, comentar, enlazar y compartir documentos con una plataforma CRM fomenta una colaboración transparente y eficaz en los proyectos, lo que ayuda a los equipos a tomar decisiones informadas con confianza y a obtener mejores resultados.
Agilizar la documentación
Un CRM con gestión de proyectos proporciona un espacio organizado y de fácil búsqueda para todos los documentos, contratos, registros de comunicación e hitos clave del proyecto.
Gracias a la fácil accesibilidad y al control de versiones, los miembros del equipo pueden localizar y consultar rápidamente la documentación relevante del proyecto, lo que mejora aún más la colaboración y la velocidad del flujo de trabajo.
Optimizar la planificación y asignación de recursos
Un CRM te permitirá obtener información valiosa sobre la disponibilidad de recursos y la carga de trabajo.
Gracias a la visibilidad en tiempo real y a una herramienta de registro de tiempos rápida y precisa, los Project Managers pueden evitar eficazmente el exceso de reservas o la infrautilización, lo que permite una mejor planificación y optimización de los recursos.
Facilitar la relación con los clientes
Mantener relaciones sólidas con los clientes y las partes interesadas es sencillo con los datos de CRM.
La plataforma de gestión de proyectos CRM proporcionará una visión completa de las interacciones con los clientes, sus preferencias y su historial de comunicación.
Puedes aprovechar estos datos para personalizar las interacciones con los clientes, anticiparte a sus necesidades y abordar sus preocupaciones con rapidez.
Al cultivar las relaciones con los clientes a través de un CRM, fomentarás la confianza, fidelizarás a tus clientes y aumentarás las probabilidades de éxito del proyecto.
Mejorar la toma de decisiones
No dejes tu éxito en manos de suposiciones; al tener una visión clara de todos tus clientes con un CRM, verás el panorama general para planificar tus actividades con confianza.
Aprovecha las capacidades de análisis e informes de tu CRM para supervisar las métricas de rendimiento del proyecto, identificar riesgos potenciales y adaptar tus estrategias para una mejora continua.
La herramienta de project management en el CRM de efficy te ayuda a seguir el progreso de cada proyecto y proporcionar información valiosa para ayudar a tu empresa a tomar decisiones informadas en cada paso.
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En general, implementar un sistema de project management que se integre con tu CRM puede ser extremadamente beneficioso para las empresas.
La colaboración perfecta existe; al combinar la gestión de las relaciones con los clientes y la gestión de proyectos en una única plataforma, el CRM de efficy ayuda a las empresas a agilizar sus procesos, asignar sus recursos de manera más eficaz y aumentar la productividad de sus equipos.
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